Louis Roederer
Fundada en 1776, y propiedad de la misma familia desde 1819, Louis Roederer es una de las pocas grandes Casas de Champagne que a día de hoy siguen siendo independientes.
En 1833, Louis Roederer bautiza con su nombre a una producción de 100.000 botellas que ha heredado. La reputación de la casa se extiende y a partir de mediados del siglo XIX los vinos de Champagne Louis Roederer viajan hasta Estados Unidos y hasta la mesa del Zar Alejandro II. En 1873, cientos de miles de botellas ponen rumbo a Moscú, San Petersburgo, Nueva York y Washington. A finales del siglo XIX, Louis Roederer, con una producción cercana a los tres millones de botellas, se convierte en una de las principales bodegas de Champagne.
La agitada historia de principios del siglo XX pone a prueba a la mayoría de casas de la zona. Solo unas pocas, aquellas que poseían tierras y no dependían de producciones externas sobreviven independientes hasta cruzar el umbral del siglo XXI.
Desde 2006, Frédéric Rouzaud, que representa la sexta generación de la firma familiar, está al frente de esta explotación vitícola de más de doscientas hectáreas, compuestas exclusivamente por viñedos Premiers y Grands Crus. Su producción asciende a cerca de tres millones de botellas al año, que son distribuidas en más de 80 países.
“Amar apasionadamente la vid, conservar el estilo de cada vino, catarlo a menudo, dejar que el tiempo se ocupe de acabar, a su ritmo, la obra de los hombres…Así nace, como recompensa a una gran paciencia, un Champagne firmado por Louis Roederer, un champagne entendido como una obra de arte en búsqueda de la perfección, una quimera ”.
La tradición familiar y la constante convicción de mantener su independencia son algunos de los principales valores que han caracterizado la firma Louis Roederer durante sus más de 200 años de existencia. Simplicidad, modestia y “savoir faire” son otros de los atributos que la definen y por los cuales ha alcanzado su privilegiado, a la vez que merecido, reconocimiento en el sector.
Factores diferenciales de Louis Roederer
LA TIERRA: la gran protagonista
Muy al margen de su asociación ritual con la fiesta, el Champagne es un vino único y delicado. El Champagne elaborado por Louis Roederer nace en sus 225 hectáreas de magníficos viñedos pacientemente conformados a lo largo de los años en las mejores zonas de la región del Champagne – Montagne de Reims, Vallée de la Marne y Côte des Blancs. Esta buena distribución de los viñedos es esencial debido a las peculiaridades que poseen cada uno de los pagos como son cuerpo, carácter, dulzura, elegancia y finura; características indispensables para la elaboración de un Champagne perfectamente equilibrado.
EL PROCESO de elaboración: La vendimia, el prensado y la fermentación
Todos los años, de finales de septiembre a principios de octubre - 100 días después de la floración – Louis Roederer emplea a 600 vendimiadores para llevar a cabo una vendimia completamente manual. La uva se transporta cuidadosamente a los tres lagares de la Maison y es allí donde se obtienen 2.550 litros de jugo de uva por cada prensada. Los primeros 2.050 litros constituyen “la Cuvée”, el mejor mosto, y son los que utiliza Roederer para la elaboración de sus vinos, mientras que los otros 500, “Taille”, son vendidos o intercambiados por otros caldos de calidad superior.
En cuanto a las fases de fermentación, la primera comienza en las cavas de Louis Roederer de Reims al siguiente día de la vendimia y dura varias semanas, obteniendo de esta forma un vino tranquilo. El proceso de fermentación tiene lugar, a temperatura controlada, en 240 pequeños tanques que permiten mantener intacta la variedad organoléptica de los viñedos de Louis Roederer. En primavera, el Jefe de Bodega y sus colaboradores catan cada tanque por separado, para determinar sus particularidades y preparar el Coupage o mezcla final.
VINOS DE RESERVA: unas existencias únicas en Champagne
La particularidad esencial del Champagne es el sabio ensamblaje de vinos de diferentes pagos. En la Maison Louis Roederer, algunos de estos vinos se guardan en grandes toneles, conservándose así más de 900.000 litros de vino de reserva en cerca de 150 barricas de roble durante un mínimo de dos años y un máximo de ocho. En los años menos favorables, se mantiene la calidad y el estilo de algunos champagnes añadiendo estos vinos al coupage. Los mejores vinos de reserva, aquellos que han envejecido durante 8 años en barricas, forman parte del licor de expedición más preciado. Louis Roederer es la única empresa de Champagne que puede permitirse semejante lujo.