La variedad base es Tempranillo (95%) procedente de las fincas Las Cuevas, El Palo y Las Monjas en Rodezno unido con un 5% de Graciano de la finca Montecillo en Fuenmayor.
Color rojo cereza picota, con borde granate. De alta intensidad aromática, destacan los aromas a frutas rojas maduras, moras rojas, fresa silvestre y confitura de ciruela negra, que dejan paso a los aromas terciarios de la cuidada crianza en madera: vainilla, cedro, tabaco, café, caramelo y las dulces notas de pastelería. En boca predomina su frescura inicial y estructura, propia de esta marca. Equilibrado, con suaves y golosos taninos. Un final elegante, complejo, donde las notas de frutas rojas maduras y los balsámicos dejan un espléndido final. Un vino con larga capacidad de seguir mejorando en la botella.
Especialmente recomendado con todo tipo de carnes y guisos, pescados condimentados, postres con cobertura de chocolate o frutos rojos. Perfecto como copa de sobremesa.
