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65230 – Carmelo Rodero Crianza

22,50

90% Tinta del País  10% Cabernet Sauvignon
Procedente de viñedos propios con más de 15 años.

Crianza en roble francés durante un mínimo de 15 meses y trasiegos cada 3 meses.

Mínimo 12 meses en botella.

Imponente en su juventud, elegante en su madurez.

Color rubí de capa alta, mantiene excelente notas guinda arropadas por matices rosáceos, en un medio perfectamente limpio y brillante.

Sus aromas aún varietales son los primeros en presentarse, bien acompañados por un torrefacto suave bien conjugado con su toque final de regaliz, mas fino si cabe.

Estructurado y carnoso con un excelente bouquet que se mantiene retronasal después de llenar nuestra boca de intenso sabor; vino equilibrado, largo y generoso en sensaciones gustativas.

90% Tinta del País  10% Cabernet Sauvignon
Procedente de viñedos propios con más de 15 años.

Crianza en roble francés durante un mínimo de 15 meses y trasiegos cada 3 meses.

Mínimo 12 meses en botella.

Imponente en su juventud, elegante en su madurez.

Color rubí de capa alta, mantiene excelente notas guinda arropadas por matices rosáceos, en un medio perfectamente limpio y brillante.

Sus aromas aún varietales son los primeros en presentarse, bien acompañados por un torrefacto suave bien conjugado con su toque final de regaliz, mas fino si cabe.

Estructurado y carnoso con un excelente bouquet que se mantiene retronasal después de llenar nuestra boca de intenso sabor; vino equilibrado, largo y generoso en sensaciones gustativas.

 

Marca

Bodegas Rodero

Carmelo Rodero pertenece a una vieja estirpe de viticultores de la ribereña localidad de Pedrosa de Duero. Su infancia transcurre entre viñedos y lagares y sus primeros recuerdos evocan a sus abuelos elaborando el vino a la manera tradicional. Tal era la pasión de Carmelo, que desde su adolescencia comenzó a invertir sus primeras ganancias en nuevas plantaciones de viñedo, y así, a base de ilusión, esfuerzo y sacrificio logró formar una considerable explotación. Hacia el año 1990 inició su propia andadura, siempre respaldado por su esposa Elena, Juntos apostaron por el futuro y la calidad sabiendo que la base de un gran vino se encuentra siempre en la excelencia de sus “perlas negras” que es como a Carmelo le gusta denominar al fruto de sus viñas. Todo este esfuerzo y búsqueda de la calidad se ha visto recompensado con galardones a nivel nacional e internacional a cada caldo elaborado desde entonces por Bodegas Rodero. A este apasionante proyecto se ha unido una nueva generación, Beatriz y María, las dos hijas de Carmelo y Elena. Ellas han heredado la pasión de sus padres.